Miércoles 04 de Noviembre de 2009 20:52
Roberto Quesada, TeleSUR, 4 de noviembre de 2009
''No todo se puede cambiar haciéndole frente, pero no se puede cambiar nada hasta que uno no lo enfrenta''– James Baldwin, escritor afroamericano.
Es posible que el subcretario de Estado, Thomas Shannon, no haya podido torcerle el brazo a nadie en Honduras, pero es probable que a la administración Obama se lo estén torciendo los lobbystas del gobierno golpista (que son pagados con dinero saqueado al pueblo hondureño) y los republicanos de Miami. Al deducir por las recientes declaraciones de Thomas Shannon a la cadena CNN, en cuanto a que las elecciones se darán y reconocerán aún sin la restitución del presidente constitucional Manuel Zelaya.
No debemos de creer que Shannon, ni Hillary, ni Obama sean expertos en Honduras (existen países y negocios más importantes), que estén al tanto de lo que realmente ha acontecido con el golpe de Estado-Militar y las atrocidades a los derechos humanos. Ni que sepan que el pueblo hondureño ha salido masivamente a las calles y que sólo ha sido obligado a encarcelarse en sus casas después de muchos muertos, de cerrarles los medios que informaban la verdad, de darles palizas a punta de toletes y gases lacrimógenos. En síntesis: de aterrorizar el país.
Shannon debe de tener claro algunas cosas, como que los hondureños y hondureñas, no necesariamente seguidores del presidente Zelaya, estamos en contra del golpe de Estado-Militar en Honduras, y estamos conscientes de que la única forma de revertir ese golpe es restituyendo al presidente constitucionalmente elegido por el pueblo hondureño. Cualquier otra opción, incluyendo las elecciones, sin ese primer paso, es avalar el golpe de Estado-Militar que ha enlutado a Honduras.
Shannon ni la administración Obama deben subestimar al pueblo hondureño, es cierto que es un pueblo pobre pero no tonto, puede que no tenga la posibilidad educativa formal de otros países pero cuenta con inteligencia natural, quizá haya estado sometido por su excesiva nobleza, una nobleza casi suicida. Pero las vanas esperanzas que le han dado los políticos a través de la historia y el empujoncito a ver la realidad que ha dado el presidente Zelaya, han llevado al pueblo hondureño a soñar con forjarse un futuro mejor.
Es ni más ni menos como cuando los esclavos en los Estados Unidos, no es que los negros eran felices siendo esclavos sino que carecían del conocimiento de sus derechos, pero con el apoyo de blancos humanistas lograron despertar y hacer su historia: en arte, en deportes, en política, etc., han sobresalido y demostraron ser tan iguales como los esclavistas, a tal grado que hoy un afroamericano es el presidente de los Estados Unidos.
El presidente Barack Obama ha hecho alarde de ser un hombre del pueblo, incluso, para demostrar lo cierto de su decir, evitó recibir grandes sumas de dinero –una manera de no comprometer su administración –para que apoyaran su campaña y mejor lo hizo vía internet . Con lo cual no sólo demostró cuán popular era entre los estadounidenses sino que logró récord en la colecta de fondos para una campaña electoral en los Estados Unidos. Partiendo de allí, Obama tiene una responsabilidad moral de escuchar a los pueblos, incluyendo el pueblo hondureño, y no creer a pie juntillas en los lobbystas, que su trabajo es ese: tratar de convencer hasta de lo imposible con tal de que se les pague bien.
¿Entonces, Barack, y los principios humanos de los que tanto habló durante toda su campaña y ahora como presidente, dónde quedan? Sí, ¿dónde quedan?, porque respaldar un golpe de Estado-Militar, de la forma que sea, avalando elecciones fraudolentas, por ejemplo, sin lugar a dudas, lo convierte también en golpista. Y las desafortunadas declaraciones de Shannon llevan a pensar que en la Casa Blanca solamente se ha cambiado de partido político y de color de piel de sus inquilinos, pero la esencia del desdén o desprecio por el llamado patrio trasero, continúa inamovible.
A raíz de las declaraciones de Shannon, he recibido cantidad de correos electrónicos y llamadas telefónicas del pueblo hondureño, expresando la decepción que les ha causado lo vertido por el Subcretario, pues debe tenerse firmeza en no reconocer elecciones que son un aborto de un golpe de Estado-Militar. Para calmar los ánimos de mis compatriotas, les expliqué que en el lenguaje diplomático algunas veces se oye una cosa pero se está diciendo otra: quizá Shannon, al decir que de cualquier manera se reconocerán las elecciones, está abriendo de par en par las puertas de los Estados Unidos, para que todas y todos los hondureños que lo deseen, se dirijan a la frontera del Norte a cruzar ríos o saltar muros, eso de la ilegalidad no será problema, ya se ha anunciado reformas para la inmigración, favoreciendo a los inmigrantes, el año que viene. Así es, porque entre más desestabilidad y miseria haya en estos pueblos, se acrecientan más las esperanzas de concretar sus sueños en los Estados Unidos.
Contrario a la lucha del presidente Zelaya, mejorar el nivel de vida de los hondureños/as para evitar en la medida de lo posible esa inmigración ilegal que muchas veces se convierte en tragedia.
Barack Obama conoce bien una historia, y no sólo la conoce sino que tuvo como invitada especial a su protagonista, Rosa Parks. Esta mujer afroamericana el 1º de diciembre de 1955, en Montgomery, Alabama, rehusó quitarse de un asiento designado para blancos y la arrestaron. Su audacia impulsó el movimiento en defensa de los derechos civiles. En cuestión de días, los negros de Montgomery organizaron un boicot casi total de los autobuses que en un año culminó con el fin de la segregación en los autobuses en Montgomery y un mayor nivel de organización popular.
Es más o menos así como está el pueblo hondureño: cansado de ir en la parte trasera del bus, aun cuando haya llegado primero a la estación. ¿Estará de acuerdo Obama de que el pueblo hondureño, verdadero propietario del autobús, sea segregado por unos pocos a ir eternamente en la parte trasera?.
* Roberto Quesada es escritor y diplomático hondureño en resistencia.
http://www.hondurasusaresistencia.com/
Fuente: http://www.telesurtv.net/noticias/opinion/1444/shannon-da-otro-golpe-a-honduras/
Es posible que el subcretario de Estado, Thomas Shannon, no haya podido torcerle el brazo a nadie en Honduras, pero es probable que a la administración Obama se lo estén torciendo los lobbystas del gobierno golpista (que son pagados con dinero saqueado al pueblo hondureño) y los republicanos de Miami. Al deducir por las recientes declaraciones de Thomas Shannon a la cadena CNN, en cuanto a que las elecciones se darán y reconocerán aún sin la restitución del presidente constitucional Manuel Zelaya. |
''No todo se puede cambiar haciéndole frente, pero no se puede cambiar nada hasta que uno no lo enfrenta''– James Baldwin, escritor afroamericano.
Es posible que el subcretario de Estado, Thomas Shannon, no haya podido torcerle el brazo a nadie en Honduras, pero es probable que a la administración Obama se lo estén torciendo los lobbystas del gobierno golpista (que son pagados con dinero saqueado al pueblo hondureño) y los republicanos de Miami. Al deducir por las recientes declaraciones de Thomas Shannon a la cadena CNN, en cuanto a que las elecciones se darán y reconocerán aún sin la restitución del presidente constitucional Manuel Zelaya.
No debemos de creer que Shannon, ni Hillary, ni Obama sean expertos en Honduras (existen países y negocios más importantes), que estén al tanto de lo que realmente ha acontecido con el golpe de Estado-Militar y las atrocidades a los derechos humanos. Ni que sepan que el pueblo hondureño ha salido masivamente a las calles y que sólo ha sido obligado a encarcelarse en sus casas después de muchos muertos, de cerrarles los medios que informaban la verdad, de darles palizas a punta de toletes y gases lacrimógenos. En síntesis: de aterrorizar el país.
Shannon debe de tener claro algunas cosas, como que los hondureños y hondureñas, no necesariamente seguidores del presidente Zelaya, estamos en contra del golpe de Estado-Militar en Honduras, y estamos conscientes de que la única forma de revertir ese golpe es restituyendo al presidente constitucionalmente elegido por el pueblo hondureño. Cualquier otra opción, incluyendo las elecciones, sin ese primer paso, es avalar el golpe de Estado-Militar que ha enlutado a Honduras.
Shannon ni la administración Obama deben subestimar al pueblo hondureño, es cierto que es un pueblo pobre pero no tonto, puede que no tenga la posibilidad educativa formal de otros países pero cuenta con inteligencia natural, quizá haya estado sometido por su excesiva nobleza, una nobleza casi suicida. Pero las vanas esperanzas que le han dado los políticos a través de la historia y el empujoncito a ver la realidad que ha dado el presidente Zelaya, han llevado al pueblo hondureño a soñar con forjarse un futuro mejor.
Es ni más ni menos como cuando los esclavos en los Estados Unidos, no es que los negros eran felices siendo esclavos sino que carecían del conocimiento de sus derechos, pero con el apoyo de blancos humanistas lograron despertar y hacer su historia: en arte, en deportes, en política, etc., han sobresalido y demostraron ser tan iguales como los esclavistas, a tal grado que hoy un afroamericano es el presidente de los Estados Unidos.
El presidente Barack Obama ha hecho alarde de ser un hombre del pueblo, incluso, para demostrar lo cierto de su decir, evitó recibir grandes sumas de dinero –una manera de no comprometer su administración –para que apoyaran su campaña y mejor lo hizo vía internet . Con lo cual no sólo demostró cuán popular era entre los estadounidenses sino que logró récord en la colecta de fondos para una campaña electoral en los Estados Unidos. Partiendo de allí, Obama tiene una responsabilidad moral de escuchar a los pueblos, incluyendo el pueblo hondureño, y no creer a pie juntillas en los lobbystas, que su trabajo es ese: tratar de convencer hasta de lo imposible con tal de que se les pague bien.
¿Entonces, Barack, y los principios humanos de los que tanto habló durante toda su campaña y ahora como presidente, dónde quedan? Sí, ¿dónde quedan?, porque respaldar un golpe de Estado-Militar, de la forma que sea, avalando elecciones fraudolentas, por ejemplo, sin lugar a dudas, lo convierte también en golpista. Y las desafortunadas declaraciones de Shannon llevan a pensar que en la Casa Blanca solamente se ha cambiado de partido político y de color de piel de sus inquilinos, pero la esencia del desdén o desprecio por el llamado patrio trasero, continúa inamovible.
A raíz de las declaraciones de Shannon, he recibido cantidad de correos electrónicos y llamadas telefónicas del pueblo hondureño, expresando la decepción que les ha causado lo vertido por el Subcretario, pues debe tenerse firmeza en no reconocer elecciones que son un aborto de un golpe de Estado-Militar. Para calmar los ánimos de mis compatriotas, les expliqué que en el lenguaje diplomático algunas veces se oye una cosa pero se está diciendo otra: quizá Shannon, al decir que de cualquier manera se reconocerán las elecciones, está abriendo de par en par las puertas de los Estados Unidos, para que todas y todos los hondureños que lo deseen, se dirijan a la frontera del Norte a cruzar ríos o saltar muros, eso de la ilegalidad no será problema, ya se ha anunciado reformas para la inmigración, favoreciendo a los inmigrantes, el año que viene. Así es, porque entre más desestabilidad y miseria haya en estos pueblos, se acrecientan más las esperanzas de concretar sus sueños en los Estados Unidos.
Contrario a la lucha del presidente Zelaya, mejorar el nivel de vida de los hondureños/as para evitar en la medida de lo posible esa inmigración ilegal que muchas veces se convierte en tragedia.
Barack Obama conoce bien una historia, y no sólo la conoce sino que tuvo como invitada especial a su protagonista, Rosa Parks. Esta mujer afroamericana el 1º de diciembre de 1955, en Montgomery, Alabama, rehusó quitarse de un asiento designado para blancos y la arrestaron. Su audacia impulsó el movimiento en defensa de los derechos civiles. En cuestión de días, los negros de Montgomery organizaron un boicot casi total de los autobuses que en un año culminó con el fin de la segregación en los autobuses en Montgomery y un mayor nivel de organización popular.
Es más o menos así como está el pueblo hondureño: cansado de ir en la parte trasera del bus, aun cuando haya llegado primero a la estación. ¿Estará de acuerdo Obama de que el pueblo hondureño, verdadero propietario del autobús, sea segregado por unos pocos a ir eternamente en la parte trasera?.
* Roberto Quesada es escritor y diplomático hondureño en resistencia.
http://www.hondurasusaresistencia.com/
Fuente: http://www.telesurtv.net/noticias/opinion/1444/shannon-da-otro-golpe-a-honduras/
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